Para nosotros, el che Guevara no es un sujeto alejado de todo tiempo y espacio, el fue solo uno más entre tantos otros compañeros que cansados de esperar a que las condiciones llegaran, decidieron tomar un papel activo en la lucha de clases, dejaron la espera y actuaron, propiciando un cambio social.
En esa lucha muchos murieron a manos de los defensores de la burguesía, el Ché fue tan solo uno más de una larga lista de muertos, torturados y encarcelados en la eterna lucha entre las clases. Él optó por la violencia como método de acción política y esto, aunque hoy traten de maquillarlo, es innegable.
Lo irónico es que mientras hoy la socialdemocracia lo enaltece y endiosa, en paralelo diseña una campaña de cacería contra quienes, en la actualidad se oponen violenta y radicalmente a la violencia cotidiana y sistemática de los ricos, de la burguesía, de la dictadura del capital.
Cabe entonces preguntarse por que validan hoy algunos sectores de la izquierda tradicional, el uso de la violencia en esos años, y es que acaso ¿los ricos de ayer, eran mas ricos?, Y ¿los pobres por otra parte eran mas pobres?, ¿acaso el proletariado históricamente no ha sido el mismo?.
Los socialdemócratas y sus organizaciones se aterran y amenazan de la misma forma que los periodistas burgueses y los sucios políticos de la clase dirigente. Persiguen y criminalizan cualquier rebeldía llevada a la acción, cualquier expresión que no puedan controlar ni siquiera con su tropa de sociólogos otrora revolucionarios, hacen de todo con tal de asegurar sus miserables mesas de negociaciones, en busca de cuotas de poder.
Y mientras la cacería de brujas se ha iniciado, admiran y recuerdan al Che como un gran revolucionario, lo alejan de cualquier base social y lo convierten en una especie de “súper-hombre”, creando un icono, un bonito estampado de polera, que se vende en ferias artesanales o en grandes multitiendas, en un bonito joven de película, pero jamás un revolucionario, con la aspiración a transformar radicalmente la sociedad.
Así alejan y niegan la posibilidad de que en la actualidad existan revolucionarios, porque estos son los sectores que se deshacen en excusas para justificar el por qué ahora hay que ser buenos ciudadanos-borregos, “las condiciones objetivas no son las mismas, es necesario esperar, aún no es el momento” usan cualquier argumento, lo que sea para poder mantener la paz social y evitar el conflicto.
Por otra parte, prácticas como la militarización de las guerrillas o de las milicias, el verticalismo, los puestos de autoridad, reproducen las mismas lógicas que se han creado al alero de este sistema de miserias, de clases sociales y de explotación. Bajo nuestra mirada, en la lucha cotidiana, en nuestras propias relaciones humanas, deben suprimirse los vicios capitalistas y los valores de la clase burguesa.
Algunos buscan enrostrarnos ejemplos de procesos “revolucionarios” implicados en la creación de Estados (Venezuela, China, Cuba, la URSS, etc) como modelos a seguir, pero es el Estado en todos los casos y todas sus formas el que ha mantenido y mantiene la acumulación de bienes, el que ha mantenido vacas sagradas como la propiedad privada, el trabajo asalariado, los privilegios, las clases sociales, es el Estado quien promueve desde su génesis el verticalismo y la centralización de poder.
Se nos trata de engañar con un futuro próximo (que a veces dura hasta más de 40 años) en donde las posiciones de poder y los privilegios acabarán, cuando se convenga en una autodisolución del Estado, pero esto, finalmente nunca se ha concretado, ni aparece explicitado en ninguno de sus programas seudo revolucionarios.
Son estos mismos ejemplos en la práctica, los que ponen en evidencia como la supuesta abolición del capitalismo en aquellos países no es más que “capitalismo de Estado”, en donde continúa la dictadura del mercado por sobre las necesidades humanas, en donde aun el pueblo no tiene control sobre sus vidas.
Y hoy, entre quienes admiran al che, observamos que tal es la ambición de poder que son capaces de sentarse en la mesa a pedir migajas, reformas e inclusiones con quienes hace un par de años mataron y torturaron a un buen número de sus militantes.
Por nuestra parte, en el día a día demostramos que es posible el organizarse de manera autónoma al Estado y al gobierno de turno, de forma horizontal y asamblearia, sin que ningún compañer@ “pese” más que otro.
En nuestro cotidiano y en las relaciones con el barrio, en cada asamblea es donde sembramos semillas de horizontalidad y aportamos con la expropiación y colectivización de la propiedad privada y con la autogestión como forma permanente de conseguir financiamiento. Porque todo Estado busca la explotación, porque toda autoridad busca la sumisión Hacemos un llamado a organizarnos lejos de los partidos y quienes aspiren a ser parte de la institucionalidad burguesa.
Cada día estamos más seguros, cada vez comprendemos de mejor manera que el capitalismo no se tiene que reformar ni tratar de humanizar. Al capitalismo es necesario destruirlo de raíz. LA
REVOLUCION O SERA TOTAL O NO SERA. Contra el capitalismo y los falsos críticos que lo sustentan
Centro Social Okupado y Biblioteca Sacco y Vanzetti Octubre 2007